El rumor de
los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas
Autor: Gabriel Janer Manila
Resumen: Alicia Saval Ferrando
En este
artículo Gabriel habla de la creación de la ficción y de Charles L. Dodgson
como uno de sus ingenieros. Los hombres, desde siempre, han querido contar sus
historias en voz alta, ya fuera contando, recitando o cantando. A través de la
palabra logramos expresar un sentimiento, una idea... y la expresión del
rostro, de la mirada, de los ritmos de la voz serán la base de cualquier texto
literario oral.
Durante su
narración, el hombre estimula y despierta su imaginación, da sentido a posibles
significados, y es aquí donde encontramos ficción. El autor de este artículo
nos recuerda al gran escritor Charles Dodgson, más conocido por Lewis Carroll,
ya que él, acompañándose de gestos, contaba en voz alta, la historia de Alicia
en el país de las maravillas.
Este mundo
tan irreal de Alicia solo puede ser visto por los ojos de un niño. Se trata
de clásicos de la literatura infantil
que solo pueden descifrarse si utilizamos a ese niño que fuimos ya que a
nosotros nos llega a través de un rumor, como un murmullo o ruido.
Se habla del
escultor Eduardo Chillida quien construyó una escultura de hierro en un
acantilado. “El peine del viento”. Muestra cómo el viento salvaje de las olas
entra a la ciudad ya peinado. El susurro al pasar por el peine son voces,
palabras, que permiten abrir nuestra imaginación y atribuirles un significado.
Pinuccio Sciola también construye
una escultura a base de piedras: “Piedras sonoras”. En esta obra, de nuevo, se
consigue que el viento vibre a través de las piedras y el rumor se
desprenda en forma de voces.
Continuando
con “El país de les maravillas” que, también es una parodia del mundo adulto, se hacen posibles muchas locuras. Esta
historia, que contó su escritor a unas niñas, fue improvisada, pero sí quiso
reflejar, sus deseos, esperanzas, temores y angustias.
Llegado a
este punto Gabriel hace un minucioso análisis a los personajes de los clásicos:
erotismo, corrupción, egoísmo, inocencia, eterna juventud, utopías... En
general, opina que estas obras aportan una atmósfera de felicidad, optimismo,
una salida, perseguir un sueño... pero, sobre todo, recalcan la idea del niño
como un ser inocente cuya imaginación aporta una visión superior de la realidad:
viajar al país de las maravillas o al mundo de nunca jamás.
A modo de
resumen, lo que este artículo nos quiere decir es que esta voz, ficticia,
deriva de la imaginación del lector y que los textos se construyen a partir de
la vibración, entonación, la sensación de que las palabras tienen vida…que los
clásicos son capaces de integrar en sus voces el rumor del tiempo en que son
leídos.
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