jueves, 31 de octubre de 2013

El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas. Gabriel Janer Manilla.

El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas

Autor: Gabriel Janer Manila                                              

Resumen: Alicia Saval Ferrando


En este artículo Gabriel habla de la creación de la ficción y de Charles L. Dodgson como uno de sus ingenieros. Los hombres, desde siempre, han querido contar sus historias en voz alta, ya fuera contando, recitando o cantando. A través de la palabra logramos expresar un sentimiento, una idea... y la expresión del rostro, de la mirada, de los ritmos de la voz serán la base de cualquier texto literario oral.

Durante su narración, el hombre estimula y despierta su imaginación, da sentido a posibles significados, y es aquí donde encontramos ficción. El autor de este artículo nos recuerda al gran escritor Charles Dodgson, más conocido por Lewis Carroll, ya que él, acompañándose de gestos, contaba en voz alta, la historia de Alicia en el país de las maravillas.

Este mundo tan irreal de Alicia solo puede ser visto por los ojos de un niño. Se trata de  clásicos de la literatura infantil que solo pueden descifrarse si utilizamos a ese niño que fuimos ya que a nosotros nos llega a través de un rumor, como un murmullo o ruido.

Se habla del escultor Eduardo Chillida quien construyó una escultura de hierro en un acantilado. “El peine del viento”. Muestra cómo el viento salvaje de las olas entra a la ciudad ya peinado. El susurro al pasar por el peine son voces, palabras, que permiten abrir nuestra imaginación y atribuirles un significado.

Pinuccio Sciola también construye una escultura a base de piedras: “Piedras sonoras”. En esta obra, de nuevo, se consigue que el viento vibre a través de las piedras y el rumor se desprenda  en forma de voces.

Continuando con “El país de les maravillas” que, también es una parodia del mundo adulto,  se hacen posibles muchas locuras. Esta historia, que contó su escritor a unas niñas, fue improvisada, pero sí quiso reflejar, sus deseos, esperanzas, temores y angustias.

Llegado a este punto Gabriel hace un minucioso análisis a los personajes de los clásicos: erotismo, corrupción, egoísmo, inocencia, eterna juventud, utopías... En general, opina que estas obras aportan una atmósfera de felicidad, optimismo, una salida, perseguir un sueño... pero, sobre todo, recalcan la idea del niño como un ser inocente cuya imaginación aporta una visión superior de la realidad: viajar al país de las maravillas o al mundo de nunca jamás.


A modo de resumen, lo que este artículo nos quiere decir es que esta voz, ficticia, deriva de la imaginación del lector y que los textos se construyen a partir de la vibración, entonación, la sensación de que las palabras tienen vida…que los clásicos son capaces de integrar en sus voces el rumor del tiempo en que son leídos.

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