jueves, 31 de octubre de 2013

La animación a la lectura desde edades temprana

Cerrillo Torremocha, Pedro César, La animación a la lectura desde edades temprana, Saray Albert Aleo.

Resumen:

Actualmente vivimos en una sociedad plagada de muchísima información. Con esto no queremos decir que, información sea lo mismo que conocimiento, sino que el conocimiento es algo interno que se relacionado con el entendimiento y la inteligencia, mientras que la información es algo externo que se asimila, se enjuicia y se procesa a través de la competencia lectora.

Según diversos estudios, la lectura no es considera como una actividad frecuente que se realice en el tiempo libre, es más, se habla de una actividad muy poco valorada por algunos sectores de la sociedad. La mayoría de veces, la lectura que se practica es instrumental; se lee más como fuente de información que como fuente de conocimiento. 
Leer es una actividad que aporta desarrollo personal, facilidad de comprensión y capacidad de comunicarse, etc. leer no es solo descodificar palabras, no es un juego, sino una actividad cognitiva y comprensiva en la que interviene tanto el pensamiento y la memoria, como los conocimientos previos del lector.

Cuanto a los tipos de lectura, decir que existen diferentes, pero la verdadera lectura es la voluntaria, la que no tiene ninguna finalidad más allá de ella misma.

En los centros educativos se pretende crear un hábito lector en los alumnos pero en el mayor de los casos a través de una lectura obligatoria, por lo que, cuando llegan los alumnos a la adolescencia, muchos suelen perder el hábito lector que han adquirido en la escuela.  Esto puede ser debido al progresivo impacto de los medios de comunicación audiovisual.

Para concluir, Pedro César  añade un apartado en el cual habla de la animación a la lectura como un juego para leer un libro, aunque el objetivo principal de esta, es mejorar los hábitos lectores de los individuos a que dirige la animación. Para llevar a cabo la animación lectora, el animador debe tener en cuenta diversos aspectos, tales como, el destinatario, el libro, etc.


Finalmente, cabe decir que, la lectura hoy en día la deberíamos considerar como un bien al que debieran tener acceso todos los individuos y no tenerla como en tiempos remotos, como una actividad minoritaria. 

“DE LA TELEVISIÓN Y EL CINE A LA LECTURA”
GEMA LLUCH
Hoy en día, estamos muy acostumbrados a oír hablar del uso abusivo que hacen muchos niños de la televisión, cada vez que lo oímos pensamos que hemos de mejorarlo. Considero que muchos padres tienen la intención de hacerlo, de poner unas pautas y límites para ver la televisión pero muchas veces después de poner y explicar estas pautas a sus hijos no las cumplen por diversos motivos.
Este hecho ha afectado en gran medida a la enseñanza de la literatura, ya que el tipo de aprendizajes relacionados con la competencia narrativa que crean los relatos televisivos y los cinematográficos para la construcción lingüística, narrativa y literaria no son los adecuados.
La televisión puede ofrecerles un mundo muy lejos de la realidad que les cree confusión y quieran imitar aquello que es inimitable, hemos de saber que los niños establecen hábitos permanentes y características emocionales, a través de la imitación y la identificación.
Por ello, debemos concienciar a los niños de que podemos realizar otras actividades divertidas, dinámicas y beneficiosas para el desarrollo del niño, como por ejemplo: fomentar el hábito lector. Es importante que la lectura de libros se incluya como parte de la rutina diaria, ya sea al despertarse, a mediante tarde o una rato antes de acostarse.
El momento de lectura es un momento más de juego en el que el padre o la madre interactúan con sus hijos utilizando como pretexto el libro de cuentos. Vale la pena hacer de este momento, una oportunidad de genuino contacto, de atención completa para el niño o niña y de estimulación de la capacidad lectora e imaginativa del pequeño.
Si logramos asociar los encuentros de lectura de los niños con sentimientos agradables de fortalecimiento del vínculo afectivo y de respeto por el otro, el hábito tendrá una fuerte carga emocional positiva y esto influirá en que sea fuerte y duradero.


El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas. Gabriel Janer Manilla.

El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas

Autor: Gabriel Janer Manila                                              

Resumen: Alicia Saval Ferrando


En este artículo Gabriel habla de la creación de la ficción y de Charles L. Dodgson como uno de sus ingenieros. Los hombres, desde siempre, han querido contar sus historias en voz alta, ya fuera contando, recitando o cantando. A través de la palabra logramos expresar un sentimiento, una idea... y la expresión del rostro, de la mirada, de los ritmos de la voz serán la base de cualquier texto literario oral.

Durante su narración, el hombre estimula y despierta su imaginación, da sentido a posibles significados, y es aquí donde encontramos ficción. El autor de este artículo nos recuerda al gran escritor Charles Dodgson, más conocido por Lewis Carroll, ya que él, acompañándose de gestos, contaba en voz alta, la historia de Alicia en el país de las maravillas.

Este mundo tan irreal de Alicia solo puede ser visto por los ojos de un niño. Se trata de  clásicos de la literatura infantil que solo pueden descifrarse si utilizamos a ese niño que fuimos ya que a nosotros nos llega a través de un rumor, como un murmullo o ruido.

Se habla del escultor Eduardo Chillida quien construyó una escultura de hierro en un acantilado. “El peine del viento”. Muestra cómo el viento salvaje de las olas entra a la ciudad ya peinado. El susurro al pasar por el peine son voces, palabras, que permiten abrir nuestra imaginación y atribuirles un significado.

Pinuccio Sciola también construye una escultura a base de piedras: “Piedras sonoras”. En esta obra, de nuevo, se consigue que el viento vibre a través de las piedras y el rumor se desprenda  en forma de voces.

Continuando con “El país de les maravillas” que, también es una parodia del mundo adulto,  se hacen posibles muchas locuras. Esta historia, que contó su escritor a unas niñas, fue improvisada, pero sí quiso reflejar, sus deseos, esperanzas, temores y angustias.

Llegado a este punto Gabriel hace un minucioso análisis a los personajes de los clásicos: erotismo, corrupción, egoísmo, inocencia, eterna juventud, utopías... En general, opina que estas obras aportan una atmósfera de felicidad, optimismo, una salida, perseguir un sueño... pero, sobre todo, recalcan la idea del niño como un ser inocente cuya imaginación aporta una visión superior de la realidad: viajar al país de las maravillas o al mundo de nunca jamás.


A modo de resumen, lo que este artículo nos quiere decir es que esta voz, ficticia, deriva de la imaginación del lector y que los textos se construyen a partir de la vibración, entonación, la sensación de que las palabras tienen vida…que los clásicos son capaces de integrar en sus voces el rumor del tiempo en que son leídos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El canon literario y la literatura infantil y juvenil. Los cien libros del siglo

Autora: Isabel Tejerina Lobo

Resumen: José Vicente Pérez


El artículo que he elegido tiene dos claros vértices temáticos. En primer lugar, la autora aborda el siempre controvertido tema del canon literario y luego analiza lúcida y minuciosamente el libro Los cien libros del siglo.

Empezando pues por el primer punto muy acertadamente la autora defiende la necesidad de la elaboración de un canon literario, para conocer las obras excelentes y no perder el tiempo en obras mediocres. No obstante, el tema del canon plantea muchos interrogantes, como por ejemplo ¿quién o quiénes producen los cánones? ¿cuáles son los criterios para su elaboración? Y la cosa se complica todavía más cuando se trata de literatura infantil. Finalmente la autora se queda con 4 características básicas para que un libro esté en el canon de literatura infantil: la calidad literaria, los valores educativos, la opinión y el gusto de los niños y jóvenes y el itinerario de aprendizaje literario.

En segundo lugar, la autora analiza el libro  Los cien libros del siglo del Equipo Peonza, que han sido los últimos en atreverse a realizar un canon de literatura infantil y juvenil. Así pues, El libro hace un recorrido año por año desde 1901 hasta el año 2000 incluyendo libros como Platero y yo, Caperucita en Manhattan o El libro de la selva. La autora critica que se haya elegido este método de selección año por año  ya que en ocasiones actúa como un fuerte condicionante, aunque el líneas generales, asegura que el balance es positivo.  Respecto a la nacionalidad de los escritores incluidos en el canon, la autora señala  por un lado, la gran presencia de escritores Ingleses y por el otro la de autores españoles. Esta última, según su opinión, debido a la expresa intención de los autores de priorizar y promover la literatura española.


Finalmente la autora analiza otros aspectos del canon, como el número de mujeres que aparecen, las obras que en su opinión deberían estar incluidas, cual es la primera novela española que aparece, etc. En último lugar, cabe destacar que la autora también analiza la estructura del libro, es decir si contiene imágenes, extractos de los libros del canon, recomendaciones a otros libros de literatura infantil que no aparecen en el canon, etc.