jueves, 31 de octubre de 2013


“DE LA TELEVISIÓN Y EL CINE A LA LECTURA”
GEMA LLUCH
Hoy en día, estamos muy acostumbrados a oír hablar del uso abusivo que hacen muchos niños de la televisión, cada vez que lo oímos pensamos que hemos de mejorarlo. Considero que muchos padres tienen la intención de hacerlo, de poner unas pautas y límites para ver la televisión pero muchas veces después de poner y explicar estas pautas a sus hijos no las cumplen por diversos motivos.
Este hecho ha afectado en gran medida a la enseñanza de la literatura, ya que el tipo de aprendizajes relacionados con la competencia narrativa que crean los relatos televisivos y los cinematográficos para la construcción lingüística, narrativa y literaria no son los adecuados.
La televisión puede ofrecerles un mundo muy lejos de la realidad que les cree confusión y quieran imitar aquello que es inimitable, hemos de saber que los niños establecen hábitos permanentes y características emocionales, a través de la imitación y la identificación.
Por ello, debemos concienciar a los niños de que podemos realizar otras actividades divertidas, dinámicas y beneficiosas para el desarrollo del niño, como por ejemplo: fomentar el hábito lector. Es importante que la lectura de libros se incluya como parte de la rutina diaria, ya sea al despertarse, a mediante tarde o una rato antes de acostarse.
El momento de lectura es un momento más de juego en el que el padre o la madre interactúan con sus hijos utilizando como pretexto el libro de cuentos. Vale la pena hacer de este momento, una oportunidad de genuino contacto, de atención completa para el niño o niña y de estimulación de la capacidad lectora e imaginativa del pequeño.
Si logramos asociar los encuentros de lectura de los niños con sentimientos agradables de fortalecimiento del vínculo afectivo y de respeto por el otro, el hábito tendrá una fuerte carga emocional positiva y esto influirá en que sea fuerte y duradero.


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